El pregonero, Gonzalo Ortega, se refirió entre otras cosas a que la Virgen del Pino no está con el pleito insular e hizo seis peticiones a la Virgen:
"Sin restarle la menor importancia al discurso oficial, porque la tiene en verdad, estimo que las devociones, como los amores, no se pueden imponer. Con todos los respetos hacia quienes piensen de otra forma, he de decir que siempre me ha parecido un asunto bizantino discutir sobre la jurisdicción de cada una de las advocaciones marianas de nuestras islas. Creo que, en este sentido, casi todos consideramos más auténtico el discurso real que el oficial. La Virgen del Pino es la patrona de todos aquellos que sienten devoción y veneración por ella, que son legión. Así sucede con el resto de las advocaciones de nuestro archipiélago, de España y del mundo. La controversia resulta tanto más artificial por cuanto la Virgen es una y la misma siempre. Tengo, además, el convencimiento de que la contundente realidad geográfica de nuestra región ("islas somos", dijo el poeta) ha hecho que los canarios nos sintamos vinculados en esencia a la patrona de nuestra isla, más allá de lo que estipulen las proclamaciones oficiales. El predominio insular de ciertos nombres de mujer alusivos a la advocación respectiva es en este sentido bastante elocuente."