A. Ramírez - Canarias-semanal.org
(...)b De acuerdo a las cifras oficiales ofrecidas por el Servicio Canario de Empleo (SCE) a comienzos del pasado 2013, en los últimos cuatro años 10.769 parados menores de 30 años de edad se han dado de baja como demandantes de trabajo y han solicitado el traslado a la Península o se han ido al extranjero.
Así, una vez más en la historia del Archipiélago, la emigración parece haberse convertido en la única salida para varias generaciones de jóvenes .
Los datos del propio SCE indican que del total de desempleados emigrantes en esa franja de edad que se han dado de baja en las oficinas del Servicio Canario de Empleo en los últimos tres años, 9.653 tienen estudios medios o superiores. Hasta 5.860 fueronestudiantes de Secundaria; 2.100, universitarios; y 1.683 titulados en Formación Profesional. Una tendencia que ha sido constante en los años de la crisis.
Ello significa que las islas están perdiendo actualmente el capital más importante con el que cuenta cualquier sociedad, sin que las administraciones públicas implementen ningún tipo de política destinada a desarrollar sectores productivos que generen puestos de trabajos para estos jóvenes.
De esta manera, tras la inversión realizada para formarles, los jóvenes titulados canarios se ven obligados a emigrar a países como Alemania, Reino Unido o Francia, para trabajar allí como como ingenieros, médicos, enfermeros, asistentes sanitarios o soldadores.
Los datos del propio SCE indican que del total de desempleados emigrantes en esa franja de edad que se han dado de baja en las oficinas del Servicio Canario de Empleo en los últimos tres años, 9.653 tienen estudios medios o superiores. Hasta 5.860 fueronestudiantes de Secundaria; 2.100, universitarios; y 1.683 titulados en Formación Profesional. Una tendencia que ha sido constante en los años de la crisis.
Ello significa que las islas están perdiendo actualmente el capital más importante con el que cuenta cualquier sociedad, sin que las administraciones públicas implementen ningún tipo de política destinada a desarrollar sectores productivos que generen puestos de trabajos para estos jóvenes.
De esta manera, tras la inversión realizada para formarles, los jóvenes titulados canarios se ven obligados a emigrar a países como Alemania, Reino Unido o Francia, para trabajar allí como como ingenieros, médicos, enfermeros, asistentes sanitarios o soldadores.
Según las cifras publicadas por el Consejo General de Colegios profesionales de España, un total de 116 médicos, casi la mitad de los universitarios que se licencian al año en las dos facultades de las Islas, decidieron irse al extranjero en busca de trabajo el año pasado. Una auténtica sangría de profesionales sanitarios que -según Levy Cabrera, coordinador en Tenerife del programa de formación para la prueba Médico Interno Residente (MIR)- está causada por "los recortes aplicados por el Gobierno autónomo en el número de plazas ofertadas por el Servicio Canario de Salud".