martes, 18 de febrero de 2014

¿Ahora, don José Miguel?

 


R. Guillermo Medina 
Escribía ayer en este mismo medio un artículo de opinión el vicepresidente del Gobierno y a la vez secretario general del PSC, José Miguel Pérez, invocando
la oportunidad de la consulta propuesta por el Ejecutivo canario sobre las prospecciones petrolíferas, artículo que tituló «La hora de la ciudadanía». Claro, ahora que interesa. Y no me sitúo a favor o en contra para no darle pistas.
Tras leerlo, un artículo plúmbeo, con tanta carga técnica como demagógica, llego a la conclusión de que nuestros políticos juegan con nuestra desmemoria y dudan de nuestra capacidad intelectual.
La hora de la ciudadanía es y ha sido «siempre» durante toda esta etapa democrática. Otra cosa es que ustedes hayan hecho caso (o no, como casi siempre) a las miles y miles de voces que, tanto en la calle como por medio de iniciativas legislativas populares (¿cuántas ILP se han presentado en el Parlamento, cuántas se han debatido, y cuántas han sido tenidas en consideración?), han intentado alcanzar unas migajas de consideración por parte de esa casta de la que usted forma parte.
Me río cuando escribe que estamos «ante una oportunidad relevante para dar un salto significativo en materia de participación ciudadana» así como «para acercar la política a los ciudadanos». Sí, me río, señor Pérez, porque esa oportunidad la han tenido ustedes desde que está constituido ese Parlamento. ¿Dónde ha  estado usted todos estos años, señor Pérez? ¿Por qué hay que creerle?
«Ciudadanía», según la Real Academia Española de la Lengua (RAE): «Conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación». Y «Ciudadano»: «Habitante de las ciudades antiguas o de Estados modernos como sujeto de derechos políticos y que interviene, ejercitándolos, en el gobierno del país». Ya deberíamos empezar a hacer uso de esa atribución, pero para poner en su sitio a algunos.