El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, ha rechazado este martes tener responsabilidad alguna en los presuntos delitos cometidos en Emalsa por haber sido secretario del consejo de administración de esa empresa de aguas en la época en que se dice que se registraron.
"Yo estaba de secretario, no consejero, no tomaba decisiones, no votaba", pues formaba parte de la empresa de aguas de Las Palmas de Gran Canaria "como asesor y como una persona privada", por lo cual "no tengo que responder de ninguna actuación pública", ha declarado Bravo de Laguna al preguntársele por la decisión del Ayuntamiento de la ciudad de personarse en el juicio que se abra respecto a Emalsa.
Decisión que anunció ayer el alcalde, Juan José Cardona, compañero de partido en el PP de Bravo de Laguna, quien ha dicho que "le parece bien" la iniciativa municipal pese a que implica que la corporación da crédito a las acusaciones de que en el consejo de administración de Emalsa se llevaron a cabo actuaciones presuntamente delictivas cuando él era su secretario.
El ahora presidente del Cabildo Insular, que ha insistido en recordar que en la época referida él "no tenía ningún cargo público", ni dentro ni fuera de Emalsa, no ha querido opinar, en todo caso, sobre las declaraciones de Cardona sobre que un ejemplo de las irregularidades cometidas es el "apabullante" precio fijado en el contrato de alquiler de las oficinas de la compañía.
Oficinas que son propiedad de una empresa cuyo presidente es a la vez representante en el consejo de administración de Emalsa de uno de los socios privados que, junto al Ayuntamiento, forman parte del mismo, y que se acordó alquilar pese a que en el contrato que se firmó a tal fin se estableció, en palabras del alcalde, "una renta altísima, desproporcionada".
La respuesta de Bravo de Laguna a la pregunta de si no le pareció inadecuado el precio de alquiler de ese contrato, "que escandaliza a quien lee sus condiciones", según Cardona, ha sido: "Mi papel no era que me llamaran o no la atención las condiciones económicas que pactaran las personas entre sí".
"Yo asesoraba jurídicamente, no me metía en la gestión, en si era caro o barato, no era mi papel", ha apostillado como argumento para sostener que no ha tenido responsabilidad alguna en las presuntas irregularidades cometidas en Emalsa, que se llevarán a juicio a raíz de una denuncia por un supuesto delito societario en el seno de la empresa de aguas promovida por la Fiscalía.
Y ha añadido: "Algunos quieren mezclarme pero, simplemente, porque estoy en la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria en este momento. Si yo no estuviera en la Presidencia del Cabildo de Gran canaria este tema, a mí, ni me rozaba".
Bravo de Laguna ha hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas tras firmar un convenio con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que el Cabildo colabore en financiar actuaciones de reposición de viviendas sociales en la capital, informa EFE.
"Yo estaba de secretario, no consejero, no tomaba decisiones, no votaba", pues formaba parte de la empresa de aguas de Las Palmas de Gran Canaria "como asesor y como una persona privada", por lo cual "no tengo que responder de ninguna actuación pública", ha declarado Bravo de Laguna al preguntársele por la decisión del Ayuntamiento de la ciudad de personarse en el juicio que se abra respecto a Emalsa.
Decisión que anunció ayer el alcalde, Juan José Cardona, compañero de partido en el PP de Bravo de Laguna, quien ha dicho que "le parece bien" la iniciativa municipal pese a que implica que la corporación da crédito a las acusaciones de que en el consejo de administración de Emalsa se llevaron a cabo actuaciones presuntamente delictivas cuando él era su secretario.
El ahora presidente del Cabildo Insular, que ha insistido en recordar que en la época referida él "no tenía ningún cargo público", ni dentro ni fuera de Emalsa, no ha querido opinar, en todo caso, sobre las declaraciones de Cardona sobre que un ejemplo de las irregularidades cometidas es el "apabullante" precio fijado en el contrato de alquiler de las oficinas de la compañía.
Oficinas que son propiedad de una empresa cuyo presidente es a la vez representante en el consejo de administración de Emalsa de uno de los socios privados que, junto al Ayuntamiento, forman parte del mismo, y que se acordó alquilar pese a que en el contrato que se firmó a tal fin se estableció, en palabras del alcalde, "una renta altísima, desproporcionada".
La respuesta de Bravo de Laguna a la pregunta de si no le pareció inadecuado el precio de alquiler de ese contrato, "que escandaliza a quien lee sus condiciones", según Cardona, ha sido: "Mi papel no era que me llamaran o no la atención las condiciones económicas que pactaran las personas entre sí".
"Yo asesoraba jurídicamente, no me metía en la gestión, en si era caro o barato, no era mi papel", ha apostillado como argumento para sostener que no ha tenido responsabilidad alguna en las presuntas irregularidades cometidas en Emalsa, que se llevarán a juicio a raíz de una denuncia por un supuesto delito societario en el seno de la empresa de aguas promovida por la Fiscalía.
Y ha añadido: "Algunos quieren mezclarme pero, simplemente, porque estoy en la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria en este momento. Si yo no estuviera en la Presidencia del Cabildo de Gran canaria este tema, a mí, ni me rozaba".
Bravo de Laguna ha hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas tras firmar un convenio con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para que el Cabildo colabore en financiar actuaciones de reposición de viviendas sociales en la capital, informa EFE.