OLIVER SOCAS dice que se levanta todos los días a las 5 de la mañana,
se toma un café y lo primero que hace es rezar a la Virgen de La
Concepción para que le ayude. "Y creo -afirma- que está conmigo porque
los ciudadanos y empresarios son muy generosos conmigo, dándome monedas y
alimentos". Por ello, Óliver afirma que "como si quiere la Virgen y la
gente", de quienes prefiere depender antes que de los Servicios Sociales
del ayuntamiento lagunero, pues, según explica, "nunca he recibido nada
y cada vez que voy, lo único es que me hacen perder mucho tiempo que es
de gran importancia para recaudar las monedas que me permiten comer"