"Los buenos políticos cristianos deben obedecer más a los pobres que al
dinero y a las leyes. El corazón hay que ponerlo en Cristo, en el
hermano, en la entrega, en la misericordia y en la solidaridad". Así se
expresó el predicador de la festividad de San Fernando, el párroco
de Arguineguín, Ambrosio Sebastián Abeso, logrando que los feligreses se
sintieran identificados con sus palabras y le aplaudieran al final de
la homilía.
Ante una docena de sacerdotes y otros tantos políticos
de San Bartolomé de Tirajana, el cura de Arguineguín aprovechó la
pregunta del joven rico a Jesús sobre qué tenía que hacer para ser feliz
para invitar a todos "a ser más fieles a Cristo que a las leyes". "Si
quieres ser feliz vende todo lo que tienes, dalo a los pobres y después
sígueme", le dijo Jesús al joven, quien se marchó triste porque tenía
mucho que perder, según se recoge en el capítulo 10 del evangelio de
Marcos.
"Los políticos cristianos siguen más la ley que el
Evangelio, porque muchas veces no están donde se juega el futuro de la
gente. No preguntarse solo si una cosa es legal o no es legal, sino que
tendrían que mirar también los políticos si una decisión conviene a su
gente pobre o no conviene a la gente pobre. ¿Es moral o no es moral?",
manifestó el predicador, llamando a todos "a hacer una mirada al
Evangelio".
"En la política los cristianos tienen que oler a Dios
y no tener miedo", insistió el cura guineano Ambrosio Sebastián, quien
se refirió a su experiencia de recibir de Dios mucho más de lo que le ha
entregado. "Ha sido una homilía fuerte, aunque dentro del evangelio",
apuntó el párroco de Doctoral, Antonio Berriel. "La llamada a ser
valientes y obedecer más a los pobres que a las leyes no solo la hizo a
los políticos, sino a todos los cristianos incluidos los curas",
comentó.
La predicación llegó a conmover a los feligreses,
quienes, al sentirse identificados, le aplaudieron al final de la
homilía. "Los políticos deben servir más a los pobres y no ser tan
avariciosos", dijo Juana Araña. De la misma opinión fueron sus amigas
María del Carmen Morales y Pino Medina. "La homilía ha estado muy bien
porque el cura negro fue claro", insistieron mientras esperaban el
inicio del asadero.