Acierta F. J. Chavanel en un artículo cuando se asombra del acuerdo Coalición Canaria-Ecologistas:
"Rivero diciendo que no a algo que en la intimidad le daría un sí,
inyecta gasolina a una suerte de irritación, que pierde el sentido de la
razón porque no comprende como algo tan sencillo, aparentemente,
resulta combatido con tanta agresividad. ¿Que cómo se explica? Porque es
política, juegos de salón, demagogia, sectarismo, y ombliguismo
personal. La tropa no cuenta. Sólo es masa utilizada por unos o por
otros.
(Semana pasada: conferencia de Soria a favor del petróleo y de Repsol.
Esta semana, respuesta: cumbre nonista en Lanzarote, con presencia de
cinco asociaciones ecológicas, Mario Cabrera, Pedro Sanginés, y el
propio Rivero. Lo nunca visto: los ecologistas, nuevos monarcas de los
planeamientos estratégicos de CC, otrora el temible depredador de los
territorios insulares, según los criterios cristalinos de los amantes
del medio ambiente)".