Así lo ha dado a conocer al presentar la nueva edición de la campaña Ricardo Villares, presidente de la entidad que la ha promovido desde sus comienzos, la Casa de Galicia de Las Palmas de Gran Canaria.
Villares ha destacado que "padres muy jóvenes", de entre 20 y 30 años, y con varios hijos a su cargo, hasta seis en algunos casos, han acudido a sus oficinas este año, en el que "por primera vez ha visto llorar, secarse lágrimas gruesas", a unos progenitores en situación de necesidad, carentes de ingresos propios y que subsisten auxiliados por los abuelos, en la mayoría de los casos.
Todo ello es indicio, según ha querido precisar, "no de que ha crecido la natalidad, sino de que ha crecido la miseria" como consecuencia de la crisis económica global actual.
Frente a esa "desgracia de la crisis, la miseria y el hambre", el presidente de la Casa de Galicia ha subrayado que ha percibido que "la gente está mucho más sensibilizada" y predispuesta a contribuir a aliviar las penurias de otros que en épocas de mayor bonanza, por lo que ha dicho que confía en lograr el objetivo que se han fijado para este año: Recolectar 200 toneladas de ayuda.