Cada día los empobrecidos agradecen a Benedicto XVI sus palabras y gestos. En África, en Asia, en Europa... la inmensa mayoría de los empobrecidos quiere al Papa. Se puede ver en cada viaje.
Mientras, la llamada "clase media", la burguesía habla de los empobrecidos, aunque ni les conoce ni les ama. Y pretende disparar contra el Papa usando a los empobrecidos como munición ¡Ay que ser hipócrita!