domingo, 24 de julio de 2011
¡Fue un 25!
FRANCISCO MARTEL
Amigo Lucas, mañana 25 de julio, día de Santiago Apóstol, millones de personas miran hacia Compostela suplicando al gran discípulo de Jesús que nos envíe salud, trabajo y mucha paz.
Gracias a dos amigos sacerdotes, Eugenio Rodríguez y Armando Ladeiros, hoy te invito a recordar la muerte de aquella valiente adolescente Belén María acontecida el 25 de julio de 1980 en nuestro Puerto de La Luz. Aunque han pasado ya 31 años sé que muchos aun recuerdan la gran tensión sufrida en aquellos días cuando el sindicato portuario defendía con valentía los derechos de nuestros portuarios frente a la pasividad de los sindicatos Verticales.
En esta fecha miles de testigos todavía recuerdan aquel día que marcó para siempre la historia canaria de nuestro Puerto. La muerte violenta dejó a miles de familias destrozadas que no dejan de colocar estos días con cariño flores junto a la Rotonda recordando a Belén María, la adolescente nacida el 20 de julio de 1964, la que, junto a los suyos, luchaba por la dignidad de nuestros portuarios.
Seguro que mucha gente cercana al hecho aun recuerda a nuestro Puerto con gritos pidiendo justicia y viendo que hasta los niños se unían a sus padres en aquellas manifestaciones. Aunque el lugar me dicen que estaba vigilado por la guardia civil, eso no impidió el hecho fatal de aquel conductor que atropelló a Belén María. ¿Fue accidente sin más? ¿Fue un asesinato premeditado?
Recuerda que mañana, 25, de nuevo miles de canarios recordarán el entierro de Belén María que fue una de las mayores manifestaciones de dolor en nuestra capital. Algunos anotan que más de 30.000 personas caminaron hasta el cementerio de San Lázaro llevando los restos de "la Niña", en el más absoluto silencio, durante unos ocho kilómetros llenos de esperanza y de solidaridad.
Pido a Dios que esta fecha aniversario no se borre de nuestra historia y que motive siempre a nuestro pueblo a luchar por la paz y por un trabajo digno en nuestro Puerto.
Te invito a meditar las frases de un escrito de Belén María que revela su corazón de cristiana comprometida, y que invita a hacer lo mismo a favor de la vida y de la dignidad de los trabajadores...
"Si el mundo fuera más limpio, si el hombre aprendiera a amar? si el hombre supiera darse, nada estaría mal, no habría tantas guerras y brillaría la paz?"
¡Qué lástima, Señor mío, que el hombre no sepa Amar!