Piscinas vacías, ascensores cerrados y menos limpieza. Este es el cuadro que encontramos hoy en muchas comunidades de vecinos de Canarias, que se han visto obligadas a recortar servicios y gastos como consecuencia de la morosidad de sus inquilinos. Los edificios más nuevos y con más servicios son los más castigados por los impagos.
Cuatro años después del estallido de la crisis la situación de las comunidades de vecinos comienza a ser insostenible. Los impagos, que siempre han existido pero en cuotas que rondaban entre un 4% y un 6%, comenzaron a crecer en 2007 hasta situarse un año después en el 8%. En 2009 aumentaron hasta el 12% y ya, a fecha de hoy, llegan de media en Canarias al 22%. Un porcentaje de morosidad que hace «inviable» el día a día de muchas comunidades que se han visto obligadas a recortar algunos servicios para mantener lo mínimo de agua, luz y limpieza.
Tras Madrid y Murcia, Las Palmas y Santa Cruz son las provincias españolas con más problemas en este sentido. La media de deuda por hogar es: