Abatido por la angustia, casi sin palabras para expresar su dolor y con un férula de yeso en su antebrazo izquierdo, SENE MOUSTAPHA, sigue sin entender la agresiva actuación de los policías locales de Mogán. "NO ME RESISTÍ, NI TAMPACO INTENTÉ HUIR, PERO ME NEGUÉ A IR A UN LUGAR OSCURO PORQUE SABÍA QUE EN EL MISMO LUGAR HABIAN GOLPEADO A MI HERMANO".
Relata Sene Moustapha "me sacaron del Spar y me metieron en un rincón, entonces cada uno con un palo de hierro (supuestamente porras extensibles), me pegaron y me rompieron el brazo", afirma que la golpiza fue generalizada, que lo sacaron del rincón y siguieron dándole golpes e insultándolo, y que de ahí lo llevaron al puesto de policía tirándolo al suelo y mandándolo a levantarse y que se sentara en una silla. "Una vez dentro del puesto siguieron dándome patadas y caminando encima de mi cuerpo".