El precio de arrimar el hombro

AUNQUE leí la noticia el domingo, durante algunos días he preferido guardar un prudente silencio para que nadie piense que le tengo manía a alguien. En realidad, no me mueve ningún ánimo de persecución contra ningún político; ni siquiera contra los cínicos. Sin embargo, como pasan los días y todo el mundo guarda silencio, pienso que ha llegado el momento de sorprenderme un poco por el hecho de que la "arrimada" de hombro de Guillermo Guigou le cueste a las arcas municipales, sólo por el sueldo de este ilustre ciudadano de Santa Cruz, 73.000 euros este año y otros tantos el que viene. Guarismo que debemos duplicar para dar cabida en el libro de cuentas también a los emolumentos de Ignacio González, nombrado por el alcalde concejal de Asuntos Sociales. En total, el Gobierno de concentración en el Consistorio capitalino les supondrá a los vecinos unos 300.000 euros de aquí al final de la legislatura. No está mal, habida cuenta de que dicha concentración -o zerolada- tenía y tiene por objetivo principal arbitrar medidas ante la situación angustiosa de muchos santacruceros. Padres y madres de familia que están pasando hambre literalmente hablando. Bien es verdad que la cosa no acaba ahí, pues según manifestó hace un par de días Ángel Isidro Guimerá Gil -otro de los ilustrísimos ciudadanos de la capital tinerfeña- en una emisora de radio, espera que de un momento a otro el alcalde lo llame para nombrarlo consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo. Desconozco si esta adicional "arrimada de hombro" será gratis o le costará al erario otros 73.000 euros, aunque sospecho que gratis no será. Conozco bien al personaje para asegurarles que gratis no da ni la hora.