Hay muchas maneras de hacer una nauseabunda instrumentalización política de la inmigración. Una de ellas es acusar a cualquier Gobierno de dedicar más tiempo y esfuerzo a perseguir las corruptelas de su opositor que a salvar la vida de niños muertos 72 horas antes tras caer al mar de una patera.Los cuerpos inermes de los 18 menores ahogados el domingo en la costa lanzaroteña de Teguise debería ser suficiente argumento para callar y no arrastrar esta asesinato a ciertos territorios inmundos.
No es así como lo ve sin embargo la presidenta del PP de Tenerife, Cristina Tavío, que le hizo un flaco favor a su partido y a sí misma al recomendar al PSOE que se ponga a trabajar y se dedique a vigilar la inmigración en vez de perseguir al PP.
La muerte de una veintena de menores no es una bala que pueda dispararse contra el contrario.
Y mucho menos si el presidente de su partido en Canarias ha hecho declaraciones como "SE DEBE DE UTILIZAR EL EJERCITO PARA PARAR LA INMIGRACIÓN" ¿No le duelen esos cadáveres?
No todo vale en política y menos el asesinato de niños ¿ o como se dice lo poticamente correcto?
La política no es miserable, son ustedes los miserables.