(EFE)
YOLANDA GÓMEZ SANTA CRUZ DE TENERIFE
En el año 2007, un total de 2.507 menores en Canarias contaban con una declaración de desamparo, de esta cifra, 1.296 estaban en acogimiento familiar, con familia ajena o extensa, y el resto, 1.211, en acogimiento residencial. El menor canario en esta situación "no responde a un perfil concreto" según declaraciones de la directora general del Menor y la Familia, Carmen Steine, quien consideró que "los casos son muy dispares y abarcan todos los estratos, edades y zonas, los perfiles no tienen que ver, hay menores de clases altas que sufren desamparo por parte de sus familias", dijo.La detección de un caso de un menor, que pueda ser objeto de desamparo, comienza por una denuncia que activa el proceso. Dependiendo del tipo de alertas, ya sea por fuentes sanitarias que avisan sobre signos de maltrato o por fuentes escolares o del ámbito familiar, el menor recibe ayuda a travésde los trabajadores sociales. "El porcentaje de acogida familiar es muy alto, siempre hay abuelos y tíos que reciben temporalmente al menor"afirmó Steiner. El objetivo es la reconducción por lo que "se prioriza a la familia ya que en estos casos, las posibilidades de reinsercción aumentan", añadió la directora general.