DESPILFARRO EXPRÉS
TERESA CÁRDENES
Me declaro objetora de almuerzos, cenas y otras cuchipandas navideñas pagadas con dinero público para que algunos de nuestros más insignes próceres se den todos los años un baño de vanidad rodeados de periodistas de toda Canarias. Y en vista de que el desmadre amenaza con ir a más, alguien debería empezar a plantearse si es socialmente aceptable que el Gobierno de esta nuestra comunidad cargue todos los años sobre el bolsillo del contribuyente la compra de billetes de avión, la contratación de guaguas y el correspondiente servicio de catering para trasladar de una isla a otra a docenas de periodistas con el único fin de sentarlos a almorzar con los miembros del Ejecutivo.No se trata esta vez de una ocurrencia del Paulinato. La idea de rotar el almuerzo presidencial de Navidad entre las islas, con el correspondiente despilfarro de dinero público en viajes pagados por el erario público, arrancó durante el mandato de Adán Martín. La intencionalidad original era, en teoría, la de favorecer la cohesión territorial de Canarias por la vía de poner en contacto a periodistas de una y otra orilla. El problema es que el gesto no sirve socialmente para nada, excepto para hacer perder un día de trabajo a los que viajen, con nulo rendimiento informativo y, lo que es mucho peor, a costa de cargar la factura sobre el lomo de los contribuyentes.Sólo en el día de ayer, tanto el Gobierno como el Parlamento celebraron sendos almuerzos en Gran Canaria y Tenerife con billete pagado para los periodistas invitados. Un derroche sin paliativos que no admite la excusa de la cortesía y al que, aunque sin el gasto adicional de billetes aéreos, no son ajenas el resto de las instituciones. Si el presidente del Gobierno o del Parlamento o el alcalde de la ciudad quieren felicitar las pascuas a los periodistas, tienen a su alcance una opción más directa y con coste cero. Que nos manden un correo electrónico y, con él, el tostón de discurso preparado para la ocasión. Y si quieren una cuchipanda, que organicen un pásalo por SMS, se citen en los hermanos Rogelio y la factura la abonen a escote todos los asistentes. Con el bolsillo más limpio y la conciencia más tranquila.
LA REDACCIÓN DE ESTE BLOG ADJUNTA oarte del relato que el director de CANARIAS 7 hizo de dicho dispendio
(...) El lugar: El salón del Instituto Tecnológico de Canarias fue una grata sorpresa. Para ser sinceros, hay que reconocer que a la prensa, sobre todo a la afincada en Las Palmas de Gran Canaria, le cuesta mucho ir más allá de los límites de San Cristóbal, por lo que ayer se presentaba como todo un sacrificio desplazarse hasta Pozo Izquierdo. Sin embargo, valió la pena: el lugar quedó resultón y al tener forma de circunferencia daba la sensación de que nadie presidía. Lo único malo era la fuente central, en la que algún que otro colega acabó metiendo el pie por error -como Peter Sellers en ‘El guateque’, pero sin baño de espuma-.
El menú: El Gobierno acertó eligiendo los servicios de Mararía, una de las empresas de restauración y cátering que mejor reinventa los platos típicos canarios. El vino era un ejemplo de equilibrio interprovincial: Bermejo de Lanzarote y Viña Norte de Tenerife. El café -craso error- era de Colombia... con lo bonito que habría quedado un café de Agaete.
(...) El regalo: Para que luego el PSOE no esté por ahí diciendo que el Gobierno de CC y PP compra voluntades y apoyos de los medios de comunicación a cambio de no sé qué, vale la pena dejar constancia, para público conocimiento, del obsequio del Ejecutivo a los periodistas, un regalo que hace bueno el dicho de que no hay nada como un estómago agradecido. Y es que quien no agradece lo siguiente: en una caja de madera de 40x40 centímetros, y con una tarjeta con la frase ‘Canarias, diversa y única’, un tarro de mojo de La Palma; un queso de Fuerteventura; otro de Lanzarote; gofio de trigo de Tenerife; bienmesabe de Gran Canaria; quesadilla de El Hierro y almogrote gomero.