Juan Romero Pi ex presidente de la zona especial canaria y destacado EX militante del PSC
N. MARTÍN
El cantante cubano Silvio Rodríguez tiene una canción, "Monólogo", en la que el protagonista pide perdón a los presentes por su irrupción y les asegura que no es su intención ni perturbarles ni ofenderles. Varios meses después de re- nunciar tanto a su trabajo en la campaña electoral del PSC como a la presidencia de la Zona Especial Canaria (ZEC), Juan Romero Pi es consciente de que su reaparición en la escena pública perturbará a más de uno de sus ex compañeros.
En unas semanas en las que se han producido deserciones de destacados militantes tanto en CC como en el PP, el ex responsable de la ZEC toma forma de nuevo y asegura sentirse como un "apestado político" desde que fue acusado por su propio partido de plagiar el programa electoral de la formación Ciudadanos de Cataluña. Anuncia, además, que se ha dado de baja de las siglas de las que formó parte desde la década de los noventa y acusa al secretario general del PSC, Juan Fernando López Aguilar, de ser "patéticamente histriónico" y de dejar un flanco abierto a los suyos con la decisión de abandonar el Parlamento de Canarias para presentarse al Congreso de los Diputados por Las Palmas.
-Lleva usted varios meses casi desaparecido de la escena pública y, de repente, ha vuelto a hacerse visible, con declaraciones a diversos medios de comunicación…
-Bueno, lo que he hecho ha sido reincorporarme a mi puesto en la Universidad en las facultades de Económicas y Derecho. Ahora soy un ciudadano de a pie que no tiene partido, como es el caso del 98% de la población desde que dejé de ser militante.
Los motivos del abandono
-En cualquier caso es evidente que esta situación se produce por algún motivo.
-Los partidos están compuestos por personas y si uno pierde la confianza en las personas que lo dirigen o en las personas en las que uno se ha apoyado, pues no tiene sentido mantenerse en su "corpus" organizativo. En cuanto a la dimensión personal, pues cuando ocurrió el famoso caso del plagio, yo cargué con toda responsabilidad sin tenerla. Desde ese período hasta ahora no he recibido ningún tipo de apoyo orgánico. Es más, después de mi renuncia hubo personas, a través de las cuales yo había entrado en el partido en 1993, que me plantearon que preparase un documento para explicar los acontecimientos y hacerlos llegar a la Comisión Ejecutiva Regional. Sin embargo, después me pidieron que no lo presentara por el período electoral. Pasó ese período y me dijeron que no era el momento porque íbamos a entrar en el Congreso Regional y, al final, ¿para qué vamos a sacar ahora un documento que cuenta unos hecho que al único que interesan es a mí? Ya no interesa a nadie. Cada vez que pienso en ellos me producen dolor de cabeza y como siga así, lo único que me van a producir es una úlcera.
-¿Son sólo razones personales?
-También hay motivos políticos. El PSOE tiene gran deficiencia de democracia interna. Produce sonrojo que se prediquen virtudes que no se practican. Primero viene una persona designada a dedo sin ser refrendada por un proceso de primarias (Juan Fernando López Aguilar). Ahora se produce otra deficiencia, ya que esa persona seguramente se marchará dentro de unos meses y nadie en el partido protestará porque es el estilo que hay. Además de que no protestarán porque es evidente que quieren que se vaya. Hay, incluso, personas de su entorno más íntimo que ya han mantenido reuniones con CC para preparar su marcha y su posible entrada en el Gobierno. A mí esto cada vez me gusta menos.
-Habla usted de unas reuniones, pero no queda claro entre quiénes y exactamente con qué motivo se han realizado.
-Entre personas muy cercanas a López Aguilar con altos dirigentes de CC. Lo que se trata de hacer es romper el bloque de CC e intentar que si unos están con el pacto del PP, los otros apoyen un Gobierno con el PSOE. Esas reuniones han existido, no tenga la menor duda. En cualquier caso, yo creo que es una ruptura que no tiene base política porque sólo podría darse si los socialistas ganaran claramente las elecciones. Sin embargo, yo creo que, aunque ganen, el PP recortará la actual ventaja e iremos a una legislatura breve con un Gobierno débil en la que los nacionalistas verán reforzado su papel. Paulino Rivero apostó por la estrategia con los populares por propia supervivencia y le saldrá bien.
"Tienen sus intereses"
-De sus declaraciones parece entreverse que se siente dolido no ya con quienes le pidieron su renuncia, sino con aquellos sectores que eran su apoyo…
-Yo entré en el partido en 1993 apoyado directamente por personas como José Segura o Domingo Medina (asesor de la Delegación del Gobierno). Ahora, desde el punto de vista político me siento desligado de ellos. Estoy dolido porque esas personas tienen sus propios intereses y orgánicamente no me han apoyado. He recibido el apoyo de muchos militantes históricos, es cierto, pero no lo he tenido de personas con las cuales me había relacionado mucho.
-Habla como si se sintiera un paria político…
-Me siento un apestado. Es evidente que me huyen, que no quieren dejarse ver conmigo. En ese sentido soy un leproso político.
-Su reaparición en el panorama político, ¿tiene algo que ver con el ofrecimiento de otro partido?
-Yo no voy a entrar en ningún otro partido. Me considero una persona válida, y esa validez es independiente de estar o no en el PSC, que no añade nada a esa característica. No obstante, estoy disponible para cualquiera que necesite de mi criterio, de mis capacidades.
-¿Habría tomado otra decisión si en lugar de López Aguilar, el nuevo secretario general hubiera sido cualquier otro, como el propio Juan Carlos Alemán?
-Yo creo que no. Mi posición estaba ya cantada. Si Juan Carlos Alemán hubiera hablado conmigo, pues quizá me lo habría pensado. De hecho, cuando ya se constituyó el Parlamento de Canarias le llevé una carta de renuncia y fue él mismo quien la rompió y me dijo que no quería darse por enterado.
Instituciones y política
-Cuando se produjeron las acusaciones de plagio, usted no sólo dejó la campaña socialista, sino la propia presidencia de la Zona Especial Canaria…
-Mire, Juan Fernando López Aguilar es un cobarde, políticamente hablando. Cuando hablé con él me dijo que la dimisión de la ZEC era lo más coherente con la doctrina de Ferraz (sede federal del PSOE en la calle del mismo nombre en Madrid). Además de eso, las dificultades orgánicas eran muy fuertes. No hay que olvidar que en el Consejo Rector de la ZEC hay tres consejeros del PSC y el propio presidente de ese órgano (el actual presidente de la Zona, Juan Alberto Martín) me advirtió de que él tenía previsto pedir mi renuncia. La presión fue muy fuerte. Sin embargo, el Gobierno del Estado no me cesó hasta julio. Esto indica que lo importante para ellos no era que la ZEC se quedara sin dirección política, sino esconder el problema durante la campaña.
-Dedica usted fuertes epítetos a López Aguilar.-López Aguilar llegó de Madrid designado por la dirección federal, más que para liderar un proyecto, para quitárselo de enmedio. Aquí ha sido un mal actor, que sobreactúa. Hablando su propio lenguaje podríamos decir que es "patéticamente histriónico" que mantiene posiciones mesiánicas. Con su marcha dejará un flanco abierto a los adversarios del PSC, les pondrá la alfombra roja a todas sus críticas. Ya durante la campaña le advertí a Francisco Hernández Spínola (vicesecretario general del partido) de que el candidato no podía venir a Canarias durante los fines de semana a encender la mecha de la bomba y después marcharse. Ahora hemos visto que se va, pero realmente nunca debía haber venido. Con él es imposible mantener una buena relación con CC. Estoy seguro de que con gente como José Segura, Juan Carlos Alemán o Jerónimo Saavedra el PSC estaría en el Gobierno ahora mismo.