R. Acosta

El último informe del Consejo Económico y Social (CES) de España sobre la distribución de la renta refleja como Canarias y Valencia se alejan del promedio de la renta per cápita de las autonomías desde que se inició la crisis hasta situarse un 10% por debajo de la media. El deterioro de los dos casos, junto con el de Baleares, se explica en parte por el notable dinamismo demográfico de estas regiones y el estallido de la burbuja inmobiliaria.
La crisis económica ha aumentado la brecha social, los índices de pobreza y las dificultades de los hogares canarios, pero lo que también refleja el informe del CES es que en los años de bonanza económica tampoco hubo una reducción destacada de las desigualdades sociales. Es más, según el estudio, se produjo un enquistamiento de los índices de desigualdad social en las Islas entre 1980 y 2007, mientras que una comunidad como Galicia se convirtió en este periodo en la cuarta región con mayores índices de igualdad.
En el análisis del CES Canarias también se encuentra en el pelotón de cola de las comunidades donde la cualificación del capital humano es menor y la inversión en investigación y desarrollo (I+D+i) y en la aplicación de las tecnologías de la información se encuentra por debajo de la media. Tampoco sale Canarias bien parada en los niveles de bienestar per cápita desde que se inició la crisis, situándose en el mismo nivel de comunidades como Extremadura, Andalucía, Murcia y Castilla-La Mancha, es decir, las comunidades que más han sufrido los rigores de la recesión.
La distancia entre las regiones más ricas y las más pobres aumenta en hasta dos puntos en 2012 y Canarias se sitúa en el pelotón de las cinco comunidades donde la recesión se agudiza. De hecho la caída del Producto Interior Bruto (PIB) el pasado año supone un retroceso en la ligera mejora que tuvo la economía canaria en 2010 y 2011 y la vuelta a los niveles de 2009, año caracterizado por la fuerte caída de la construcción y del turismo. Esta disminución de la renta disponible de los hogares impacta directamente en las dificultades económicas que atraviesan los hogares canarios, con unos niveles de ahorro bajo mínimos (el 60,8% de los hogares no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos, mientras la media es del 40%) o que el 8,5% de los mismos reconozca que tiene retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal, cuando la media es del 7,4%. Cerca del 20% de los hogares isleños admite contar con muchas dificultades para llegar a fin de mes.